Si te gusta descubrir un sitio a través de sus leyendas e historias populares, pasear por las calles de Sevilla te va a encantar.
¡Porque están cargadas de misterios!
La capital hispalense es una urbe acogedora, con decenas de monumentos y callejones que recuerdan a otros tiempos.
Además, también es un lugar que han habitado muchas culturas, lo que ha hecho que cada una deje su preciosa huella en las vías de la ciudad.
¿Te apetece deambular por la urbe sabiendo datos curiosos de lugares concretos?
Entonces, ¡no dejes de leer!
¿Qué hay de nuevo en explorar las calles de Sevilla?
Tal vez, al proponerte esto, piensas que cuando viajas a una ciudad, lo primero que haces es callejear.
¡Y en la capital hispalense no será menos!
No obstante, aquí te recomendamos que tengas los ojos, el corazón y la mente bien abiertos.
La primera ciudad andaluza te regala en cada paso una belleza extraordinaria.
¡Y, además, en uno de los cascos históricos más grandes de España han sucedido muchas cosas!
Así que, en realidad, pasear por las calles de Sevilla no es solo ese mero acto.
Es dejarte absorber por el ambiente y la alegría que se respira.
Y también por la cultura y la historia que cada adoquín esconde.
Ya sea que te aventuras a conocer las arterias de la ciudad solo o en nuestra compañía, presta mucha atención.
¡Porque vas a encontrar curiosidades en casi cada rincón!

Deja volar tu imaginación en estas calles de Sevilla, escenario de diversos relatos
¡Adéntrate en el lado más misterioso de la urbe!
Por sus muros sobrevuelan historias que mezclan realidad y ficción.
¡Esto hace que sea un lugar ideal para pasar un rato paranormal en la mejor compañía!
Si quieres adelantarte, te dejamos algunas calles y sus leyendas.
Por esto la calle Cabeza del Rey Don Pedro se llama así
Cerca de la bulliciosa plaza de la Alfalfa encontrarás una de esas calles de Sevilla que llamará tu atención: la de la Cabeza del Rey Don Pedro.
Recibe su nombre de un crimen que se cometió en el siglo XIV, cuando el monarca Pedro I «el Cruel», se encontraba en uno de sus paseos nocturnos.
Quiso la mala suerte que se topara con un caballero de una familia noble rival, enfrentándose ambos en una trifulca en la que el rey dio muerte a su oponente.
Al día siguiente, toda la ciudad sabía lo sucedido.
El soberano prometió exponer la cabeza del asesino en un nicho de la misma calle, ofreciendo una recompensa por el culpable.
Solo una anciana, testigo desde su ventana, conocía la verdad y se dirigió con ella a palacio.
Entonces, el rey colocó una misteriosa caja de madera en el nicho, que solo se abrió tras su fallecimiento.
Hoy puedes ver el busto de Pedro I en la intersección de las calles Candilejo y Cabeza del Rey Don Pedro.
La calle Susona, muestra de un arrepentimiento
Seguimos en el bello barrio de Santa Cruz para contarte la siguiente historia, que tiene que ver con una de esas calles de Sevilla en las que la poca fortuna fue la protagonista.
Ponte en la piel de Susona Ben Susón, una joven judía.
Su padre organizaba un ataque contra los cristianos, que asaltaban continuamente la judería, barrio en el que vivían.
Susona se veía en secreto con un apuesto caballero cristiano y, temiendo que su amado pudiera verse herido, le avisó del plan que se estaba urdiendo.
Esto permitió que los caballeros atacaran primero, tomando represalias contra los judíos.
Susona, arrepentida, ingresó en un convento hasta el día de su muerte.
En su testamento pidió que se colgara su cabeza encima de la puerta de su casa, para que sirviera de ejemplo.
Un par de siglos después de lo sucedido, los restos se cambiaron por un azulejo que representa una calavera.
Y así fue como la antigua calle Muerte pasó a llamarse calle Susona.
Observa el castigo divino en la calle Hombre de Piedra
Seguimos en el centro, pero nos vamos cerca de la Alameda de Hércules.
Aunque esta bonita plaza es amplia, en sus alrededores, las calles de Sevilla siguen siendo angostas.
Hay una en la que se puede ver un busto de piedra.
Cuenta la leyenda que una ley del siglo XV obligaba a todas las personas a arrodillarse al paso del Santísimo Sacramento.
Y se dice que las gentes de una taberna que allí había salieron a arrodillarse en cuanto escucharon los rezos de la comitiva.
No obstante, Mateo «el Rubio», no lo hizo y además se burló de aquellos que sí se postraron.
Este fue su castigo: del cielo cayó un fulgurante rayo que lo convirtió en piedra y lo hundió en el suelo hasta sus rodillas.
Así, la calle Buen Rostro pasó a ser la del Hombre de Piedra.

Otras calles de Sevilla destacadas
¡Aún hay más leyendas y misterios que tienen como escenario las calles de Sevilla!
Por ejemplo, la que dice que un basilisco se comía a los niños de la calle Sierpes.
O la que cuenta que un comerciante judío lloró granos de pimienta, dando nombre a la calle Pimienta.
Sin embargo, también hay vías que son interesantes sin fábulas:
- La preciosa calle Betis: uno de los grandes emblemas del barrio de Triana.
Si te paseas por aquí, ¡admira las vistas y ve a un tablao a escuchar flamenco, arte Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad!
- La emblemática calle Agua: antiguamente contaba con tuberías que llevaban agua desde los Caños de Carmona hasta el Alcázar.
¡La sombra de sus muros te va a encantar!
- Calle Feria, una muy popular: tiene un precioso mercado, del mismo nombre que la vía.
¡También podrás disfrutar de bares, restaurantes y mucho ambiente!
¡Es hora de perderte por las preciosas calles de Sevilla!
Déjate llevar y empápate de la esencia de la ciudad, ¡a eso sí que te podemos ayudar con un bonito tour!
Créditos: W. Commons, Guias&Tours