Cuando preparas un viaje a la capital andaluza, visitar la catedral de Sevilla tiene que ser uno de tus imperdibles.
No solo porque constituye uno de los conjuntos arquitectónicos más admirados del planeta.
Sino también porque alberga tanta historia y secretos que te parecerá un templo increíble.
A ello contribuye la mezcla de estilos que le han dado las distintas culturas que han pasado por la ciudad.
Y, evidentemente, los diferentes cuerpos que la conforman.
¡Visitar la catedral de Sevilla es un plan impresionante, así que es hora de descubrirla!
Conoce la historia de la catedral
El verdadero nombre de este grandioso templo es Catedral de Santa María de la Sede, aunque muchas veces nos referimos a ella simplemente como «catedral de Sevilla».
¿A que no te lo imaginabas?
¡Pues sucederá lo mismo con su historia!
Todo empezó en el siglo XII, y además, ¡siendo una mezquita!
Qué cambio, ¿verdad?
La construcción, y lo que sería también la Giralda, se terminaron de edificar, en un primer momento, en 1198.
Después de la reconquista de la ciudad hispalense por parte de los cristianos, estos empezaron a usar el templo árabe como su sede religiosa.
Desde 1248, cuando la catedral se consagró, hasta 1401, se estuvo usando el mismo edificio de la mezquita.
Sin embargo, el terremoto de 1356, dio pie al debate de reformar y construir el monumento que admiramos hoy en día.
Las obras se iniciaron en 1433, y en 1507 se consagró de nuevo el lugar como catedral.
Los varios arquitectos que durante siglos trabajaron en ella vieron algunas de sus paredes derrumbarse.
Por ejemplo, es famosa la reconstrucción del cimborio que cedió en 1511 y devastó el crucero.
El mismo cimborio debió reconstruirse de nuevo en 1888 para adquirir la forma que tiene en la actualidad.
Por otro lado, con el pasar de los años, se han hecho ampliaciones. Fue durante el periodo neogótico, del 1825 al 1928, cuando se acabaron algunas pequeñas partes que quedaron inconclusas.
Así es como ha llegado a ser el edificio que hoy puedes visitar.
Algunos de los datos interesantes que podrás admirar al visitar la catedral de Sevilla
Desde la avenida de la Constitución se llega a una de sus puertas principales.
En un impresionante tour por el conjunto arquitectónico, que también incluye la Giralda, símbolo de la ciudad, descubrirás todos sus secretos.
Con 76 m de ancho y 116 de altitud, es uno de los templos góticos de mayor superficie del mundo.
Entre las paredes de este recinto tan espectacular descubrirás algunas de las de las siguientes curiosidades.
La Capilla Real, un lugar en el que viajar al pasado
Una de las primeras cosas que tienes que ver cuando vayas a visitar la catedral de Sevilla es la Capilla Real.
Se construyó entre 1528 y 1593, en el periodo renacentista.
Alberga pinturas que representan algunas escenas de las vidas de los santos.
Pero lo más interesante es que en esta capilla se hallan los restos de personajes históricos importantes:
- Cristóbal Colón: el explorador descansa en una tumba que cuatro figuras sostienen.
Estas representan los cuatro reinos de España.
- Fernando III: este rey católico se recuerda por su papel en la Reconquista.
- Manuel de Falla: uno de los compositores y músicos más destacados del renacimiento español.
Su tumba se reconoce por su busto de bronce.
- Jorge Manrique: escritor, también muy relevante en la época del renacimiento, admirado en gran parte por la obra poética Coplas a la muerte de su padre.
El patio de los Naranjos te sigue transportando al tiempo de los árabes
Podrás observar el legado árabe en muchos recovecos cuando vayas a visitar la catedral de Sevilla.
Sin embargo, el más patente es, sin duda, el patio de los Naranjos.
Era el patio de abluciones de la antigua mezquita, y se decidió mantenerlo para dar una salida al aire libre al conjunto arquitectónico.
Junto con la Catedral, es un patio con un toque romántico que no debes perderte en tu próximo fin de semana en Sevilla.
Cuando estés allí, tal vez escuches el murmullo del agua de la fuente que hay en el centro del recinto, además de la que corre en los discretos canales que riegan los naranjos.
Desde este bonito espacio también se puede acceder a la biblioteca Colombina.
La Giralda, antiguo alminar, actual campanario
Todo el conjunto arquitectónico, comprendiendo la catedral y la Giralda, está listado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
¡Y no es para menos!
Esa belleza tan espectacular y muestra de culturas que se han entrelazado durante varios siglos, ha dejado un legado increíble.
Así como la misma catedral, la Giralda es también conocida y muy popular, tanto entre el público nacional como internacional.
Si se admira desde el exterior se podrán ver los distintos estilos arquitectónicos que la constituyen.
En el interior, las 35 rampas por donde antaño pasaban los caballos, hoy llevan hasta el mirador del campanario.
En él se escuchan de cerca las 24 campanas que hacen a la Giralda el campanario más numeroso de toda España.
También podrás observar una panorámica impresionante de la ciudad.
Y a todo esto sirve de veleta el Giraldillo, que presta el nombre a la famosa torre.
El arte, un punto importante al visitar la catedral de Sevilla
Al visitar la catedral de Sevilla te darás cuenta de que esta es una obra de arte en sí.
No solo por su impresionante arquitectura.
Sino también por todos los tesoros que alberga.
Por supuesto, admirar las puertas, las tallas y demás esculturas es una experiencia increíble.
Sin embargo, no se puede obviar la cantidad de obras de arte que contiene.
El retablo mayor, que tardó 80 años en hacerse, muestra esculturas muy trabajadas y pinturas del artista Bartolomé Esteban de Murillo.
También descubrirás, si vas a visitar la catedral de Sevilla, los cuadros de Alejo Fernández.
Y, por supuesto, no puedes dejar de admirar los impresionantes ventanales y vidrieras.
Ven a visitar la catedral de Sevilla para conocer todo su esplendor
Además de admirar la belleza arquitectónica y monumental de la catedral, también puedes planificar tu visita alrededor de algún evento especial.
Por ejemplo, en el periodo de Semana Santa, muchas procesiones hacen del templo como su punto de inicio o final.
Algunos festivales de música antigua también se han celebrado dentro del recinto.
Esta seo desempeña un importante papel de cara a la ciudadanía, ya que, además de todo esto, también ofrece horarios de misas y culto.
La catedral, junto con la preciosa capital andaluza, merece la pena ser descubierta. Así que si estás planeando pasar unos días en la ciudad, no olvides visitar la catedral de Sevilla, ¡te sorprenderá!
