En el centro de la capital andaluza se encuentran monumentos impresionantes, entre ellos los palacios de Sevilla.
Son casas con siglos de historia que hoy abren las puertas al público para que se conozca su interior.
En sus paredes hay la influencia de artistas árabes, góticos, renacentistas y un sinfín de valor.
Varios se conservan en la actualidad, siendo algunos más populares que otros.
Sin embargo, los menos conocidos también esconden secretos e historias interesantes.
¿Te apetece descubrir algunos de los palacios de Sevilla más icónicos?
Para empezar: ¿qué es un palacio de Sevilla?
Tal vez imagines grandes y lujosas mansiones, llenas de oro, en las que viven príncipes y reyes cuando hablamos de palacios.
Así se designa una vivienda de tales características en la que solo viven personas de la realeza.
Sin embargo, en Sevilla, así como en otras ciudades, existieron, y existen, casas palacio.
Son residencias en las que vivían personas con cargos o títulos nobles e importantes.
Por ejemplo: funcionarios de alto rango, comerciantes reconocidos, grandes burgueses y terratenientes, personas del clero o de la aristocracia.
En la actualidad, muchas de estas viviendas palaciegas se han convertido en museos o lugares que se pueden visitar.
En ellas se exponen los muebles y decoración que solían tener sus famosos inquilinos.
Además de las cosas que no puedes perderte bajo ningún concepto, vale mucho la pena conocer un trocito de la cultura de la ciudad a través de los palacios de Sevilla.
¡Algunos atesoran historias increíbles!
Los palacios de Sevilla más increíbles
Entre pintorescos patios y calles empedradas, se encuentran estas majestuosas mansiones en las que vivieron personas reconocidas, que tuvieron mucho que aportar a la ciudad.
En algunos casos, también puedes observar como la casa palacio sigue habitada, aunque se cede para el disfrute del público.
¿Estás a punto para conocer algunos de los palacios de Sevilla más relevantes? ¡Nos vamos de ruta!
Palacio de las Dueñas
Después del Real Alcázar, que te podemos llevar a conocer, este es el palacio de Sevilla de mayor tamaño.
Se construyó entre los siglos XV y XVI en el lugar en el que se hallaba el monasterio de Santa María de las Dueñas.
De ahí su nombre.
Aunque en la actualidad pertenece a la Casa de Alba, tiempo atrás fue la casa palacio de los Pineda.
Se cuenta que esta familia nobiliaria tuvo que vender el edificio para pagar el rescate de un miembro del linaje.
En el siglo XIX se convirtió en una casa de vecinos y da la casualidad que uno de sus inquilinos fue el padre de Antonio Machado, naciendo él en este edificio.
De hecho, el mismo poeta hace referencia a este palacio de Sevilla en algunos de sus versos.
En 2016, de la mano de un integrante de la Casa de Alba, se tomó la iniciativa de abrir las puertas de este lugar al público.
Si vas a visitarlo disfrutarás de bellos elementos y estancias de estilo gótico y mudéjar.
El palacio de la condesa de Lebrija
En pleno centro de la capital andaluza, este palacio es una obra de arte, no solo por la arquitectura que muestra, sino también por lo que alberga.
Sin embargo, pese a que hoy guarda un valor increíble, no siempre fue así.
Se construyó en el siglo XVI, y era una casa señorial.
Esta vivienda pasó desapercibida, estando en desuso y casi abandonada, durante mucho tiempo.
Sin embargo, en 1901, Regla Manjón Mergelina, la condesa de Lebrija, adquirió su propiedad, convirtiéndolo en el icónico palacio.
Su nueva dueña era una gran admiradora de la arqueología.
Esto hizo que la condesa lo llenara de objetos artísticos de diferentes épocas, civilizaciones y culturas.
Descubrirás una de las colecciones de mosaicos más importantes del mundo.
Uno de los más impresionantes es el mosaico romano, en el patio principal.
La casa palacio de los Pinelo
Al igual que la casa de Pilatos o el palacio de las Dueñas, la de los Pinelo es una vivienda de base medieval, con elementos renacentistas y mudéjares.
Diego Pinelo, descendiente de adinerados mercaderes italianos y canónigo de la Catedral, fue quien la hizo construir en el siglo XVI.
Tiene cuatro dependencias que se organizan en torno al patio de honor.
También dispone de un jardín con fuentes y adornos.
Destaca por su biblioteca, donde se exhibe un artesonado mudéjar.
También se conoce por ser la sede de la Real Academia de Buenas Letras y de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría.
Palacio de San Telmo
En la actualidad, este palacio tiene una función distinta a la que se le dio cuando se concibió.
En un principio, el edificio construido entre los siglos XVII y XVIII sirvió de sede del Colegio Seminario de la Universidad de Mareantes.
Era un lugar en el que se proporcionaba formación para convertirse en marinero.
En 1841, dicha organización se trasladó a Málaga.
Algunos años después de eso, el duque francés de Montpensier adquirió el edificio.
En ese momento se empezó a llamar «palacio».
Fue entonces cuando se finalizó la portada, además de otras estancias.
Del palacio de San Telmo también eran parte los jardines que hoy se conocen como parque de María Luisa.
En la actualidad, es la sede de la Presidencia de la Junta de Andalucía, a la que pertenece desde 1989.
No obstante, antes de ese año, albergó distintas organizaciones.
Destaca la capilla, con cinco retablos.
Pero, sobre todo, se conoce por su impresionante portada de estilo barroco.
De hecho, el palacio en sí es una parada imprescindible si quieres descubrir el arte de la Sevilla barroca.
Casa de Pilatos
En el casco antiguo, a tan solo unos 10 minutos a pie de la Catedral, se encuentra otro de los palacios de Sevilla que no debes perderte: la casa de Pilatos.
Se construyó entre los siglos XV y XVI.
Fueron Pedro Enríquez de Quiñones y Catalina de Ribera quienes mandaron edificarla, pues al contraer matrimonio estos nobles necesitaban un lugar en el que vivir.
Es una de las casas palacio más conocidas de Sevilla.
A ello ayuda que esté en pleno centro, pero también la mezcla de estilos de los que sus muros hacen gala.
Entre decoraciones renacentistas italianas también se encuentran referencias góticas y mudéjares.
El punto más icónico de este famoso palacio de Sevilla es, sin duda, su patio principal, con 24 bustos.
Representan a los personajes más destacados del Imperio romano, como el emperador Trajano o Marco Aurelio.
Descubre los palacios de Sevilla y también el Real Alcázar
No podíamos cerrar este artículo sin nombrar uno de los palacios, en este caso real, más impresionantes: el Real Alcázar.
Siendo Patrimonio de la Humanidad, es uno de los más antiguos de Europa.
Al haberse construido en el siglo XI, muchos son los estilos arquitectónicos y decorativos que se pueden contemplar entre sus paredes.
En los diversos patios y estancias que se encuentran en esta fortaleza, el arte también muestra el paso de las culturas.
De hecho, es un gran monumento que visitar.
Si te animas a conocer tanto el Real Alcázar como el centro de Sevilla, te acompañamos en tours espectaculares.¡Será una aventura increíble descubriendo los palacios de Sevilla!
Imágenes | Guías y Tours, W. Commons, Palacio de Lebrija